En el año 1972, Joaquín Galán Chiralt abre la primera pastelería de Albal. Este profesional que lleva en el oficio desde los 11 años, al poco tiempo de contraer matrimonio con Dora Samper Castelló, se lanza a abrir el primer establecimiento de pastelería que se conoce a lo largo de toda la historia de este pueblo.

Empieza en un pequeño obrador y una atractiva tienda situada en la Avda. Cortes Valencianas, nº 92, donde pasados los años permanece en el mismo lugar; y desde el enfoque de un negocio artesano y familiar, le ofrece a Albal y a los pueblos de su alrededor las especialidades que él conoce y que va introduciendo con constantes novedades, que hacen que en poco tiempo se convierta en la pastelería de mayor renombre y prestigio de la zona.

Pese a que Albal era por aquellos años un pueblo con poco más de 7000 habitantes, el desarrollo industrial y la ubicación en su término municipal y entorno de varios salones de bodas hacen que pronto haya que ampliar el obrador y la tienda; y en sucesivas ampliaciones, lo que empezó siendo un negocio netamente familiar se convierte en una pastelería con magníficas instalaciones de cara al público y un obrador capaz de conseguir en cantidad y calidad las mayores cotas de pastelería especializada.

Hoy son varios los trabajadores que colaboran con el Sr. Galán en su tarea de mantener el espíritu de calidad que siempre le ha caracterizado. Destaca entre ellos su hijo, José Vicente, jefe del obrador y receptor del legado artesanal que busca ofrecer un buen servicio a la demanda que se incrementa con el paso de los días debido a su constante lema de calidad, buen servicio, surtido, novedad y esmerada atención al público donde también destaca la mayor de sus hijas, Noelia.

Es pieza fundamental de la pastelería su esposa, Dora, que es la que junto a sus hijos y colaboradores atiende directamente a la clientela.